Para Ayudar Ingrese a una Publicidad.Ya tenemos encima la temporada de tarariras, y tendremos que ir preparándonos para pescar en las aguas interiores entre juncos, en zonas bajas cercanas a las orillas o sobre bancos de barro, con carnada natural o con artificiales, dependiendo de los gustos y las posibilidades. Lagunas como Lobos, La Salada Grande, Kakel Huincul, Del Burro y otras, ya ofrecieron las primeras capturas, aunque algo tímidas. Algunas ideas para tener en cuenta. Y para empezar, a la pesca de la tararira personalmente la dividiría en 3 etapas perfectamente definidas y fácilmente reconocibles:
                     1) La que corresponde al inicio de la temporada de calor                      (que puede confundirse con la aparición de algún                      veranito                      en medio de los fríos de invierno) donde la tararira                      se comporta de manera errática.
                    2) La que doy en llamar de "plena temporada",                      donde la especie está cómoda, ya adaptada a                      un habitat reconocido y sin otras necesidades más que                      las de vivir y cazar tranquila para alimentarse.
                    3) La de finales del verano (cada vez más largo                      y corrido en el calendario) en la que la voracidad de esta                      especie tiene una razón de ser. Y le cuento que es                      esta la que más me gusta. 
                  
                 
                  Inicio de temporada (la más inestable)                    
                  A                    través de años pescando esta especie, he aprendido                    que a las tarariras, esos animales salvajes y medio prehistóricos,                    hay que tentarlos sutilmente a tomar los engaños, en                    ciertas y determinadas épocas del año en las que                    están un poco remisas a comer, una actitud, endilgada                    por el folklore, al aletargamiento provocado por el frío                    (compárelo con la hibernación del oso). Este proceso                    natural empieza con los primeros fríos del otoño                    (hasta ese momento se pueden capturar) y finaliza en los primeros                    días tibios de la primavera. En esos momentos es cuando                    la tararira empieza a moverse y alimentarse nuevamente, pudiendo                    ser tentada no solo con carnada natural (como dicen algunos                    comunicadores del producto pesca) sino que si nos tomamos el                    trabajo de prestar la debida atención a las artes de                    los artificiales, seguro nos sorprenderemos. 
                  Lo común, para la mayoría                    de los pescadores, es pasar sus artificiales barriendo las áreas                    en las que creen hay peces, para incitarlos a tomar los engaños,                    pensando que los atacará por hambre, defensa territorial                    o cualquier otra razón. Lo cierto es que si vamos a intentar                    pescarlas en esta época deberíamos informarnos                    más y mejor. Si la tararira está "despertándose"                    lo más probable es que esté débil y poco                    ágil. Esto desembocará en movimientos más                    lentos y desganados, solo acelerados por alguna necesidad. Estas                    necesidades pueden ser de alimentación, defensa o traslado.                    Si vamos a tratar que confundan nuestros engaños con                    comida, podemos presentarle INDISTINTAMENTE                    carnada natural o artificiales. 
                  Y esto va para todos aquellos                    que creen que, cuando la tararira recién se despierta,                    solo toma carnada natural. Al contrario de esta creencia no                    solo come, sino que también se mueve (aunque poco) buscando                    anidar o simplemente entibiarse o defenderse de posibles ataques.                    Y esto dependerá de como presentemos los engaños                    en el agua, sean estos naturales o artificiales. Haga de cuenta                    que recién despierto, después de cuatro días                    en cama, usted se desespere por un sándwich de jamón                    y queso o por la comida que más le guste. Primero va                    a abrir los ojos y a desperezarse. Después Dios dirá                    como va a reaccionar. Por eso mi insistencia en que, cuando                    pesque, piense. 
                  
Con                    respecto a los lugares de pesca, estos son siempre los más                    bajos, porque cuando comienzan                    los primeros fríos                      se mudan a estos sectores                    para seguir alimentándose durante más tiempo aprovechando                    el calor duradero en este poco nivel de agua, donde los últimos                    soles las abrigarán dándoles más tiempo,                    y los primeros las despertarán antes. INSTINTO ANIMAL.                    Ahí es cuando nuestros señuelos deben ser                    delicados y por sobre todas las cosas, muy pacientes. Elijamos                    nuestra ferretería "light" haciéndola                    trabajar en forma inteligente, en los sectores donde creamos                    que puede haber taruchas. Cambiemos de engaño a medida                    que vayamos sufriendo fracasos. Intentemos en distintas áreas                    y a diferentes profundidades, donde veamos sutiles movimientos                    de fondo, mejor detectables en zonas bajas y barrosas, donde                    la célebre "bomba" de barro acusa a los peces                    en movimiento. Lo más probable es que a los señuelos                    de flote (como los Jitter o los plop) los ataque sin morderlos.                    Sume más paciencia y observe. En cambio si quiere pescar                    a media agua los "Oreno" (muy difícil de conseguir                    los buenos), Tucán y Tucán flex y los "globe"                    de paleta corta recuperados lentamente, son los mejores. Si                    quiere irse bien abajo (use preferentemente anzuelos anti enganche)                    pruebe son los mismos modelos pero de paleta grande.
                  CONCLUSION: No crea que va a pescar solo con carnada. Tampoco                    crea que todos los desplazamientos de las tarariras serán                    por ataques. Experimente con todos los señuelos que cargue                    en la caja pero prefiera los que logra recuperar lento rozando                    el pasto del fondo. No                    se desespere.  Observe                    y deduzca. Use una boya "plop" para activarlas, pero                    no demasiado. Reflexione como una tararira y busque lugares                    que crea apropiados. Levante vegetación del fondo y verifique                    que no esté podrida. De ser así cambie de lugar                    ya que, a pesar de estar "dormida", la tararira necesita                    respirar igual.                     Lea el agua.  Reconozca                    sus movimientos, trate de encontrar los nidos, en los que seguramente                    permanece (primordialmente                    está                    cumpliendo con su ciclo reproductivo y                    su función alimentaria no es lo más importante)                     haciendo                    algo más fácil poder pincharlas. Piense rápido                    pero actúe lento. Insista varias veces en el mismo lugar                    aunque no tenga respuestas. Y mire el agua atrás de los                    engaños. Estos delatarán la presencia de peces                    molestos o hambrientos. Y no trate de despegarlas de su nido,                    pásele muchas veces por arriba. 
                  
                  "Temporada plena" (la más difícil)
                                      
A                    medida que la tararira va sintiéndose más fuerte                    y ágil se va moviéndose en el agua, abarcando                    una cantidad mayor de territorio, sea porque ya el calor la                    hace sentir mejor, porque abandonó el nido y sus crías                    o porque sí. Esto hace que sea más difícil                    encontrarla, ya que abandonó los lugares clásicos                    de postura y habitat, desplazándose por todo el espejo                    de agua y a cualquier profundidad, ya que el calor está                    presente en todo el ámbito y no limitado a las zonas                    bajas a pleno sol, entonces la superficie a abarcar es mayor.                    Inclusive ya está selectiva para comer, eligiendo sus                    presas. No es lo mismo necesitar alimentarse para recuperar                    fuerzas que para comer una vez lleno. Y hasta le puedo decir                    que ya no tiene territorio para defender (como cuando está                    en el nido), por lo que la invasión de ambiente es relativa                    y a veces hasta inexistente. Si nos vamos a La Salada Grande,                    por ejemplo, ya sabemos que es normal en pleno verano estar                    pescando pejerreyes en el centro de la laguna a flote y ver                    como desaparecen nuestras brazoladas después de un pique                    de lo que nos pareció "el pejerrey". Y esas                    son tarariras, generalmente de porte pequeño o mediano.                    También sabemos que si vamos a pescar en invierno o inicio                    de temporada los piques en esas zonas son imposibles. 
CONCLUSION: Va a tener que ingeniárselas para abarcar más superficie y poner en práctica todas las técnicas posibles para engañar a los peces. No pesque al mediodía (contra todas las creencias) ya que es cuando, aunque parezca mentira, la tararira se va al fondo buscando aguas más frescas. Siga raspando los señuelos contra el pasto del fondo o "lamiendo" las paredes de juncos. Lance cerca de los juncos, pero del lado del centro de la laguna donde el pez tiene la posibilidad de aguas un poco más profundas.
                 
                  Cierre de temporada (la más fácil)
                  Finalmente                    en el cierre de temporada, cuando la tararira instintivamente                    sabe  que                    se viene el frío,                    saldrá a alimentarse mucho y de casi cualquier cosa que                    se coma (o parezca que se come) para "pasar el invierno".                    Si bien su organismo "baja vueltas" durante la época                    invernal, su cuerpo consume energía, la que deberá                    acumular antes de aletargarse. Es en este momento cuando se                    come todo. Si tiramos algo que se mueva o se coma la tararira                    lo atacará en una forma desmedida e implacable para engullirlo,                    convirtiendo todo en grasas para hibernar saludable. Pero lo                    que dije más arriba (que es cuando más me gusta                    pescar), no lo dije por la facilidad de las capturas sino por                    los tamaños que se consiguen. Los ejemplares más                    grandes son los que más energía necesitan                    y seguramente es por eso que                    se las pesca hasta los primeros frescos del otoño, cuando                    los ejemplares más chicos, que necesitan menor cantidad                    de energía, ya están satisfechas en el barro.                    
CONCLUSION: Va a poder entrenarse con cualquier equipo y técnica. Va a pescar las más grandes y va a disfrutar de los mejores combates, no solo por los mejores ejemplares, sino porque está apurada por comer. Y si no puede tragar ese que tiene en la boca va a desesperarse por soltarlo y buscar otro que sí se pueda comer. Va a comerse una alpargata bien presentada en el agua, por lo que la dificultad de "pincharlas" desaparecerá. Si quiere puede devolverlas al agua, ya que si mata una hembra estará matando miles de alevinos con posibilidades de sobrevivir. Y no mate tarariras porque se come al pejerrey que usted pesca en invierno. Por el contrario de lo que casi todos creen, con el pejerrey son predadores mutuos, si no, en las lagunas bonaerenses habría muchas más tarariras que pejerreyes. Y no es así. ¿No creen?
Independientemente de la temporada
Si hace calor y no hay viento pruebe con confianza señuelos de flote.
Si hace calor pero sopla viento búsquelas con artificiales de media agua.
Si hay viento y encima frío, búsquelas bien abajo y cerca del reparo de las plantas.
Prefiera aguas transparentes para intentar con artificiales (Kakel Huincul por ejemplo).
No la traiga de "prepo". La tararira transmite en el agua su estado de ánimo, alimentación y los peligros a los que se enfrenta Y esto hace que sus congéneres se acerquen o se alejen.
Modifique la tracción de los señuelos quitándoles monotonía.
Y si pesca en ríos, canales o arroyos (cualquier agua que corra), búsquelas al principio de temporada la zonas con poca corriente o cerca de los juncos, en "plena temporada" solo trate de alimentarlas lo más naturalmente posible en cualquier agua tranquila y al cierre pésquelas a mansalva haciendo mucho "ruido" en el agua con boyas plop o manteniendo la captura pinchada sin ofrecerle demasiada lucha desde la caña del pescador.
Ernesto Franchino
"hopplias fanaticus"
Un escrito muy interesante posteado en el Fogon Mosquero por Rogelio Durán, sobre el comportamiento de la Hoplias y aportando un poco de la mucha experiencia que tiene sobre esta pesca.
 
 
 

Muy buen articulo sobre esta especie que tantos seguidores tiene.
ResponderEliminarHasta que no se pesca una tararira no se comprende lo que lucha este combativo pez .
Felicitaciones de Raul del equipo de http://pescadoresuruguayos.com/